Volvemos con #Medirelgobiernoabierto, y ahora para analizar cómo este modificó las compras y contrataciones públicas. Así como con RRHH, nuestro objetivo es reconocer en cuáles aspectos de los procesos de compras y contrataciones se ve la influencia de los principios del gobierno abierto; que cambios se reconocen luego de la puesta en marcha de políticas de transparencia, participación y colaboración.
Para empezar con el tema, contamos con la colaboración de Juan Carlos Melián, abogado, especialista en contratación pública, transparencia y propiedad intelectual y presidente de la Asociación Española de Acreditación de la Transparencia (ACREDITRA).
Comenzamos comentando qué elementos de los procedimientos de contrataciones se vieron afectados por el gobierno abierto. Juan Carlos comenta que la transformación en las compras y contrataciones fue muy notoria y en ese sentido, el gobierno abierto tuvo dos roles. Por un lado, porque las compras y contrataciones son ahora posicionadas como un elemento estratégico en la concreción de políticas sociales, de innovación y sostenibilidad, en línea con los ODS. Por otro, porque se incorporan los principios de transparencia e integridad en forma transversal a todo el procedimiento; desde la intención de contratar, hasta el perfeccionamiento del contrato.
Eso se ve reflejado en un procedimiento, de acuerdo a Juan Carlos, con la implantación de medios para llevarlo a cabo de forma electrónica. Se está dando un proceso de implantación paulatino en las administraciones de diferentes niveles. Una vez que este se encuentre terminado, será muy fácil acceder a la información de cada procedimiento. Sin embargo, recuerda Juan Carlos, es importante destacar que la obtención de información no es tan sencilla, aún si se cuentan con medio electrónicos. Más que nada por la calidad de los datos; los datos no siempre son extraíbles en forma más eficiente y muchos se pierden en tanto no todos los sistemas no son compatibles. Ello genera que los datos que se extraen no siempre sean fidedignos para la toma de decisiones.
En este punto, Juan Carlos destaca un dato que nos llama la atención. Antes de la aprobación de la ley de transparencia, la falta de transparencia en compras y contrataciones le cuesta a España un 4.5% del producto bruto interno.
Por otro lado, comentamos cómo las compras y contrataciones son un medio para la implementación de políticas más innovadoras, sostenibles y alineadas con los ODS. En este punto, Juan Carlos destaca uno de los objetivos de la ley de contrataciones que corresponde a la incorporación de las pequeñas y medianas empresas en las compras públicas. Este objetivo refleja una forma en la que las compras podrían ser una herramienta para aportar a cuestiones más globales. El nivel profesional de los operadores debe ser elevado, tanto en el sector público como privado, para incluir a más actores en las contrataciones y compras. Las oportunidades que desde las contrataciones surgen podrán aportar a objetivos como la lucha contra la desigualdad, políticas sociales, contra el desempleo, promover la innovación.
Juan Carlos sugiere que estamos ante un escenario en el que se reconoce la importancia de contar con un alto nivel de formación entre los gestores de las compras públicas; si no se cuenta con ese nivel de preparación y experiencia, la contratación puede convertirse en una compra en base al precio, pero sin considerar la calidad, desaprovechando las oportunidades que presenta para las empresas y para las administraciones. Así, los abogados pueden dejar de hacer de traductores y centrarse en la concreción de la mayor oportunidad de oportunidades posibles. Aquí comentamos un principio que aplica a cualquier cuestión en la que interactúen la administración y los ciudadanos, pero se vuelve doblemente importante con las compras y contrataciones: la letra de la legislación debe ser clara para todos.
El gobierno abierto entonces se ve reflejado, por un lado, en el procedimiento electrónico, y por el otro, en el acercamiento de la letra de la normativa aplicable a aún más actores, para que las compras y contrataciones puedan realmente presentarse como una herramienta estratégica, tanto para el sector público como privado. Juan Carlos destaca también la incorporación de cuestiones de integridad en la contratación pública, tal como el conflicto de intereses, y otros elementos que aportan a la lucha contra la corrupción.
Por último, comentamos cómo podría controlarse que lo que compren las administraciones esté en línea con lo que se precisa para el desarrollo de políticas sostenibles y de innovación. En tanto se cuenta con todo el expediente, incluso el informe justificativo del contrato, en el que se ve la necesidad del Estado. Esa es una oportunidad para controlar si las compras son efectivamente estratégicas o no. La Oficina Independiente de Regulación y Supervisión de la Contratación es un actor importante en el control.
En las próximas semanas, seguiremos reflexionando sobre las ideas que surgieron en nuestra conversación con Juan Carlos y profundizares en cómo se vieron modificadas las compras y contrataciones luego de la implementación del gobierno abierto.