Empezamos a #MedirelGobiernoAbierto. Con el aporte de expertos en el tema, inauguramos este espacio que tiene como objetivo reflexionar sobre los cambios que trajo la implementación de políticas de Gobierno Abierto, luego de 10 años de su puesta en agenda.
Para ello, vamos a considerar que el Gobierno Abierto presenta dos dimensiones en su conceptualización. Por un lado, la apertura gubernamental puede entenderse como un cambio de paradigma en la forma en que se relacionan las administraciones públicas con la ciudadanía; ello corresponde a la dimensión externa. Por el otro, el Gobierno Abierto alcanza a la forma en que las administraciones públicas se estructuran, contratan bienes y servicios, conforman sus equipos, llevan a cabo procesos y procedimientos, entre otros aspectos. Es decir, al analizar el Gobierno Abierto también pueden observarse los cambios que este implicó en la forma en que las administraciones públicas se organizan para alcanzar sus objetivos.
En particular, nos centraremos en la última dimensión mencionada. Luego de reflexiones en el marco de entrevistas y artículos, nos propondremos llegar a conclusiones acerca de cómo se vio afectada la organización interna de las administraciones públicas. La relevancia de entender esta dimensión del Gobierno Abierto se relaciona con el hecho de que este debe necesariamente alcanzar ciertos elementos o características de las administraciones públicas para que las políticas de apertura sean sostenibles.
Como ejemplo, puede considerarse el ejercicio realizado en el marco del Municipio de Gavà, en donde se llevó a cabo una revisión de procedimientos para asegurar que la alimentación de los portales correspondientes con los datos necesarios se hiciera de la forma más eficiente y armónica posible.
En primer lugar, estaremos trabajando sobre los cambios que ocurrieron en relación a la gestión de recursos humanos para determinar cuestiones como nuevas necesidades, cambios en los roles, características de la capacitación, entre otras.